De pie ante ella, dió unos pasos para quitarse de encima la incomodidad que le causaba tenerla delante, mirándolo fijamente, como solo ella sabía, directamente a su fondo...Sí, ella siempre sabía cómo hacerlo.
Esa mujer...era la poseedora de todos sus putos deseos y sus más íntimos secretos. Era la autora de su felicidad en bocetos e instantes y de su ansia de los cojones.
Antes, ahora y dentro de cien años, la que mejor lo conocía. Ella siempre sería el cordón umbilical directo hacia sus más hondas entrañas.
Ella lo miró a la vez con ternura y deseo, rebozándolo con mil mimos, porque notaba aunque disimulara que había estado llorando. Sin decirle que lo sabía, dejando sus lágrimas a oscuras, se acercó y le rozó el alma y cada centímetro de piel...
Muy hermoso, me encanta leerte, aunque no te niego que para mi no es fácil entenderlos para dejar comentario.
ResponderEliminarPero me encanta leerte.
Un beso
Esa mujer era su "dominator" o su propia "Madre"... Me pone más dominator, jajajaja
ResponderEliminarPetons
Porque sólo su mirada tocaba todos y cada uno de sus puntos débiles.
ResponderEliminarA veces pienso que ella me conoce más que yo mismo!... Besos.
ResponderEliminarDEDOS QUIETOS
Esa conexión no tiene precio.
ResponderEliminarBesos.
Cuando a uno le rozan el alma esta claro que sobran explicaciones y palabras.
ResponderEliminarBESAZOS GUAPA!!!!!!!!!!!!!
Tú si que rozas el alma cada vez que escribes. Gracias por compartir esos escritos maravillosos, llenos de amor y sensualidad. Besos y un cálido abrazo.
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