Users Online

martes, 27 de abril de 2010

EL LÍMITE.



Lo que hace fracasar a los imbéciles y frena a los cobardes, en la carrera de la vida, es la debilidad del sentimiento, la falta de reflexión, los malditos prejuicios en que nos han educado y los absurdos temores religiosos y sociales que nos congelan el alma..Y condenan la existencia.

Todo lo cual les impide lanzarse...Porque todo individuo, dotado de un espíritu libre y decidido que se sobreponga como debe ser, sabrá comparar y equilibrar la balanza, desafiando las circunstancias y despreciando las barreras...Convencido, de que por muchas que sean esas barreras y las lesiones sufridas durante el largo camino, nunca, nunca, podrá compararse al más ligero de los goces adquiridos y de las emociones derrochadas por ese misterioso encadenamiento de sensaciones y vivencias.

Cualquier ser humano razonable, preferiría lo que lo deleita, a lo que le asusta o le resulta extraño.

Me pregunto quién y porqué no consentirá en explorar, acometer, conocer, conseguir, sentir y vencer ese límite inalcanzable que le hace sentir VIVO, para procurarse todo aquello que le aguarda para conmoverle...

Yo no dejo de preguntarme dónde está ese límite...Busco...No creo que exista.


10 comentarios:

  1. Creo que a eso le llaman miedo, miedo a tirarse a una piscina vacía, miedo a ahogarse en ella, miedo a salpicar a los demás...
    De vez en cuando nos atrevemos a tirarnos a la piscina, aunque con sentimientos contrapuestos de lo que está bien y lo que no. Llegará un día en que nos atrevamos a quitarnos el bañador dentro del agua, pero a lo mejor ese día lo hace todo el mundo y pierde su gracia.
    Un petonet!

    ResponderEliminar
  2. Además que vivimos en una sociedad echiquinizadora. Ya haya alguien que asome el tarro por encima, que ya se ocuparán de cortarle los pies, como en el lecho de Procusto. Vivimos en un a sociedad envidiosa y trepa. Si es así, pues hala, cada cual más tonto (no me excluyo), y en cuanto asomamos la gaita al mundo, dos veces tontos por lo que llegamos a ver.
    No sé si por ahí van tus tiros, pero yo entiendo eso.
    Besos Mágica.

    ResponderEliminar
  3. Pienso que no hay límites y no hay que ir para atrás ni para coger carrerilla....
    ¡Anda que no me he pegado hostias a lo largo de mi vida! ¿y qué? ¡¡Pues arriba otra vez y a seguir adelante, aunque sea arrastrándome!!

    Besos cariñosos....

    ResponderEliminar
  4. Durante casi siete años he formado parte de un programa de acogimiento de menores, en ese tiempo pasaron por mi casa 16 bebés, el argumento de algunas personas para ¿justificar? que ellos no podrian hacerlo era :"es que yo soy muy sensible y no podria con la despedida", yo me preguntaba y yo ¿tengo un corcho por corazón?, cada vez que emprendo una tarea de voluntariado me siguen mirando como a un bicho raro, incluso me tienen tratado de "pretenciosa" por querer salvar el mundo yo sola ¿?.
    Igual no va por ahi tu post, pero es que en estos años me he topado con demasiado imbécil cobarde.
    Guauuu, me he pasao, menudo rollo.
    Besinos.

    ResponderEliminar
  5. siempre al límite, siempre (excepto en las carreteras con radares, claro)
    Siempre suyo
    Un completo gilipollas

    ResponderEliminar
  6. Pienso que quien se mide y no se atreva a tirarse a la piscina no vive, la vida no se puede planear, ni vivirla siempre con miedos ni midiendo limites, o la vives libremente o no vives

    Enhorabuena por esa labor FABIA, yo tambien he sido madre de acogida, y es una experiencia maravillosa

    Besos

    Adis

    ResponderEliminar
  7. Yo siempre me consideré un poco imbécil, pero no un cobarde. Sea como sea, no creo que exista un límite para buscar la felicidad, para tratar de sentirse vivo. Y, si existe, pienso sobrepasarlo.

    Besosssssssssssssssssssssssssssssss.

    ResponderEliminar
  8. \\\///
    (ç_ç)
    muy bueno y de ayuda para pensar y tomar decisiones¡¡¡
    un besito¡¡¡¡

    ResponderEliminar
  9. El límite nos lo ponemos nosotros mismos. El caso es si somos dueños de él o su esclavo...

    Saludos.

    ResponderEliminar
  10. pero los cobardes, los imbéciles, los lentos... también existen, verdad?
    tienen derecho a desarrollarse a su manera, no?

    bravo por los valientes
    bravo por los temerosos, también

    (pensad que las máquinas tenemos que preservar la carcasa de lo contrario seríamos la ruina para nuestro dueño) ;-)

    ResponderEliminar