NO me cambio.

No, no cambio, ni me cambio por nadie.


Estoy contenta de sentirte, aunque ahora no podamos mirar ningún paisaje y cada día sobrevolemos todos los inventados.
Bebo sin perderme ni un sorbo de ti, lamentando mi insolencia cuando no puedo dejar de mirarte, cuando te arrastro a la luna aún siendo mediodía, cuando pido sin parar, y cuando me paro sin pedir. Colgada de las manillas, me quedo en el sitio sin tiempo, donde me perteneces para siempre.


No eres capaz de imaginar sin mí. Así que quédate conmigo en el regusto del dulce veneno sin antídoto ninguno. Regalame detalles con forma de tirabuzón mientras canto para ti y cuido los mejores segundos para envolverlos en papel con olor a mundo y a mí. Podré conocer la fortuna en el momento en el que me llegue el acuse de recibo del beso enviado con el viento de noche.


Enséñame tu alma por debajo de la puerta, no importa la hora. Y déjame navegar en tu mar mientras zozobra mi voluntad sin oleaje ninguno. 
En el misterio del ángulo quebrado, con la justa luz, te esparciré mis susurros y te esperaré agazapada entre gotas y nubes.


No me cambio por nadie, ni cambio...cada vez me gusto más...


Siempre ha sido mi mejor arma no llorar por lo que es difícil tener, sino sonreír por lo que voy a conseguir...