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martes, 26 de abril de 2011

DIME



Podría recitar tu cuerpo centímetro a centímetro, entre tanto evalúo si abalanzarme sobre ti o contenerme con un atisbo de dignidad.
Esperando mi reacción, apuro el brebaje de Ilusión con un chasquido de la lengua, y miro mientras te sientas.
Cuando tu visión empieza a enturbiarse se me paralizan las ganas, rígidas de pronto, y todo el aire del mundo desaparece de mis pulmones justo cuando cae la copa al suelo, rompiendo el silencio con un "dring" peculiar antes de hacerse añicos bajo la sombra de la luna.
¿Que qué quiere decir lo que digo?
¿Qué quieres que te cuente...?
Dime qué quieres que diga cuando no dices nada, y yo te digo lo que diría si tú me dijeras Dime...
Y ahora tú, dímelo todo.
Dime que tu ausencia no es eterna.
Dime que cuando quiero que la tierra me trague, me escupirá después a tus pies para ascender por ellos lentamente hasta tu boca, derramando a mi paso hasta la última gota de mi esencia de mujer.
Dime que el transporte hacia mí te lo dibuje, para luego desdibujarte el camino de vuelta, indicando en cada tramo el recorrido serpenteante hasta mi puerto más alto en ascenso sin cadenas, entre mimos, saliva y secretos.
Dime que el deseo tragado emergerá entre gotas de transpiración sin clemencia, con condena elegida y despedida inexistente.
Y dime...
Dime tú...
Dime que baile contigo...






jueves, 7 de abril de 2011

Confesiones.





Dicen que no es bueno para la salud airear los trapos sucios o íntimos. Pero a ella le daba igual, cogía los suyos y los aireaba, que se ventilaran bien. No le gustaba el olor a alcanfor ni a guardado. Los colocaba como en una notificación notarial, con un documento adjunto manuscrito directamente desde el Alma, cuando anunciaba que dejaba caer su envoltorio con vulnerabilidad expresa y consentida.


Esta vez, lo dejó sobre la mesa, intentando que no le temblaran las manos, como cuando reconocía el lenguaje primitivo de la desnudez del ego privado, y algo desconcertado por la falta de protección y de abrigo. Había urdido aquel movimiento porque sabía que era capaz de activar así el juramento que en una madrugada le había susurrado a la Vida.


El documento aseguraba la invalidez de artificios adquiridos en el crecimiento forzado ante circunstancias inválidas, dejando la declaración sagrada y amante instalada en primer plano. Con la voluntad expresa de si la muerte llegaba sin haberlo revocado, le sería entregado a la persona indicada, anotó con un ademán de impaciencia.


Ante su Alma seguía de pie, con las confesiones suspendidas por prudencia. Pero todas, aún como atenuadas por la luz de una delicada cortina, ambas las conocían bien. A veces tendría que pasarse la prudencia por el culo, pensó mientras le regalaba sus revelaciones...


- Toma, tienes la obligación de denunciar hechos punibles en el caso hipotético de que yo desaparezca, antes incluso de que lleguen a mi conocimiento, antes incluso de que sucedan.


- Denunciar?...Es que mi secreto profesional no tienes límites...- Dijo su Alma.


Tenía ganas su voluntad de hacerse un hueco sin celos en la memoria, enchida de aire y sin enemistad ninguna, con los sueños en manojo. Entonces el Alma no supo reaccionar a tiempo, medio sorprendida, medio curiosa por su actitud, medio por que a ella sí le costaba confesar así. Con la confesión ante ella, sin arrepentiemiento ninguno ni sin pretender tenerlo, empezó a redactar una severa penitencia que debía realizar. Alzando la cabeza, el Alma empezó a levantar Acta de la íntima reunión, mientras suspiraba y acariaba con un gesto de complicidad y agradecimiento a su compañera. Podría afirmar que nunca había obrado con mala fe, aunque la confesión todavía estuviera inacabada...


martes, 5 de abril de 2011

Lo-CUrA

""Dios me concedió la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar. Valor para cambiar las cosas que puedo. Y la sabiduría para encontrar la diferencia.""

"..No soy como era antes...Pensé que nada me cambiaría. Ya no escuchaba más...aún así continuaste afectándome. Ya no pensaba, aunque dije que sí lo hacía... dije, ya no quiero más...Pero ahora, me siento tan diferente...No he visto tanta libertad antes. Y no esperaba hacerlo. No me dejes olvidar ahora que estoy aquí...Ayúdame a ayudarte a contemplar ...Y ahora me siento diferente...debería sentir odio por ti, pero no tengo ninguno. Yo siempre te he amado, y tú me has enseñado tanto...En todo este tiempo nunca vi todo lo que habías desplegado ante mí...En todo este tiempo nunca vi que todo lo que necesitaba estaba dentro de mí...Me siento tan diferente..."


Sinead O´Connor - Feel So Different





Locura...¿
Me vas a explicar qué es? ...tú entiendes de eso, verdad?...me lo enseñaste haciéndote el sordo y sangrando en el Mar Rojo.
¿Igual es la brújula cuando se pierde, perdiendo el paso guiado entre inspiraciones profundas con la pasión adherida? O el misticismo acerbado aferrado a la quimera prendiendo las puras entrañas con la razón prisionera... ¿Dónde está la línea divisoria me pregunto entre la cordura y la locura?...quizá ven los locos lo que los cuerdos no comprenden... Si retumban los pilares del equilibrio diario, con el frenazo imposible ante la necesidad primera. Desde dónde se analiza si lo que ves por los ojos es lo real y lógico, y lo que te roza el alma es locura sin barreras? Sí, a veces entiendo...la locura traicionera deja paso a un grito ahogado de la pasión compañera.. Sí, quizá sea la frontera entre los medios limitados que nos rodean, encontrando más allá de leyes y normas discernibles y cada una de sus conexiones, un algo sutil, intangible, inexplicable... Una fuerza que va más allá de todo lo que podemos comprender... Quizá, como cuando me gritaste... que hermosa locura, que tanta cordura lleva...jamás desee tanto estar loca perdida... No, yo tampoco soy como era antes. Y me encanta. Sólo tú sabes cual es la cura...


A un loco cabrón que amo con locura.